La Defensoría del Pueblo de Viedma elevó informe sobre falencias del servicio de agua potable y cloacas en los barrios Guido y 152 Viviendas
Envió el relevamiento al intendente Pesatti, a Aguas Rionegrinas y a las autoridades del DPA con el objetivo de que se avance en soluciones concretas
VIEDMA – La Defensora del Pueblo del Municipio Nora Aurora Cader elevó un informe al intendente Pedro Pesatti, a los directivos de la empresa Aguas Rionegrinas y las las autoridades del Departamento Provincial de Aguas para solicitar que se evalúen estrategias de trabajo que permitan resolver las deficiencias que registran los servicios y las redes de agua potable y cloacas en los barrios FONAVI, Guido y 152 Viviendas de la capital rionegrina.
El informe fue elaborado tras los reclamos efectuados por vecinos y vecinas de los barrios mencionados y a más de cien días de los contactos formales con la empresa, que oportunamente se había comprometido a resolverlos, algo que aún no ha materializado a pesar del tiempo transcurrido.
Vecinos e integrantes de la Junta Vecinal recurrieron a la Defensoría ante las graves deficiencias del sistema de agua potable y cloacas.
La situación se pudo certificar en una recorrida efectuada a finales de julio.
En el caso del Barrio Guido uno de los problemas que se pudo observar es de las filtraciones constantes del tanque de agua ubicado en el corazón del barrio, ubicado a metros de la Comisaría 30 y de la escuela.
Expertos consultados por esta Defensoría estimaron que las pérdidas equivalen a una canilla domiciliaria abierta de manera permanente.
Esto implica el despilfarro de al menos 1.500 litros diarios de agua potable, 45 mil litros mensuales y a los 150 mil litros acumulados en los más de cien días transcurridos desde que se realizó la recorrida y se alertó a la empresa.
“El inconveniente de las filtraciones en el tanque, que es uno de los cuatro que brinda suministro al barrio compuesto por 588 departamentos divididos en 41 escaleras, se registra hace al menos tres años, lo que nos permite estimar que en ese lapso se desperdiciaron más de 1.500.000 litros de agua potable”, se detalló en el documento, que incluyó material fotográfico y audiovisual.
Cader recordó que, ARSA se había comprometido ante la Junta Vecinal, autoridades municipales y esta Defensoría y de lo manifestado a resolver el problema, pero las filtraciones no sólo no han sido reparadas, sino que el deterioro sigue incrementándose, se recordó.
En diferentes puntos del barrio además se detectan pérdidas de agua potable y cloacas que anegan sectores comunes que hoy están convertidos literalmente en lagunas pestilentes, y favoreciendo la proliferación de plagas y enfermedades.
Liquidos clocales que debordan desde las bocas de inspección y que forman arroyos que recorren las cunetas para desembocar en las bocas de los desgües pluviales que terminan en las aguas del río Negro, son otra de las lamentables imágenes que se pueden observar a diario en el barrio.
El panorama se completa con la falta de tapas de registro, la carencia de cerramientos en los tanques, cisternas e instalaciones que implican un serio riesgo para los vecinos, en especial para los niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad o movilidad reducida.
Si bien las autoridades vecinales, reconocen que parte de los problemas, se generan o se ven profundizados por el accionar negligente de algunos vecinos y por casos de vandalismo, esto no exime a la empresa de asumir las responsabilidades que le competen y garantizar la correcta prestación de los servicios que le son de su competencia.
En el caso del Barrio 152 Viviendas la Defensora se hizo eco de los reclamos vecinales por las pérdidas constantes que registra desde hace años el tanque, ubicado en la calle Héroes de Malvinas, que brinda el suministro de agua potable al sector.Los ciudadanos reportaron que en las casi tres décadas de existencia del barrio no se ha practicado ningún tipo de mantenimiento al tanque en cuestión y desde hace un largo tiempo el mismo registra importante pérdidas de agua, que no han sido subsanadas a pesar de los repetidos reclamos efectuados ante la empresa ARSA, el DPA, el municipio y otros organismos.
La situación deriva en constantes anegamientos del sector, en la presencia de barro y en las dificultades e incomodidades que genera, teniendo en cuenta que las calles del sector son de ripio. Además se registra un importante despilfarro de agua potable por las pérdidas constantes y de energía eléctrica, ya que esta situación demanda que las bombas de elevación de líquidos funciones de más para mantener el tanque en los niveles adecuados para atender a la demanda del vecindario. Esta situación genera que periódicamente haya cortes en el suministro por fallas en el sistema.
“Si bien desde la empresa prestadora se comprometieron ante esta Defensoría y referentes vecinales a atender los reclamos y subsanar el problema. En una visita posterior realizada el miércoles 11 de noviembre se certificó que, transcurridos 104 días, la empresa no cumplió con los compromisos asumidos y no procedió a la reparación de las pérdidas de las cañerías del tanque”, se detalló en el documento.
Ante la persistencia del problema, fueron los propios vecinos los que personalmente treparon las escaleras y procedieron a parchar los ductos utilizando cámaras de bicicleta y alambres, minimizando al extremo las pérdidas de agua. Esto obviamente no corresponde, porque es la empresa la responsable de efectuar las reparaciones, además del riesgo al que se sometieron los vecinos al realizar los trabajos sin contar con el expertise necesario, sin asumir las pautas de seguridad correspondientes y con el riesgo de sufrir un accidente que podría haber derivado en graves consecuencias para ellos, relató la Defensora del Pueblo.
La situación deja en evidencia la falta de respuesta de la empresa a los reclamos de los usuarios y en especial el escaso valor de la palabra empeñada ante organismos y referentes vecinales.
“El fin de este informe es aportar desde la Defensoría del Pueblo a la resolución de estos problemas y que todos los actores -empresa, usuarios, entes de control, gobierno y organismos- podamos avanzar de manera coordinada en el trabajo necesario para resolverlos, y a la vez trabajar en la concientización del uso responsable de redes de agua y cloacas y en poner en valor los recursos naturales y el espacio público, contribuyendo al cuidado del ambiente y de la salud de la población. Juntos podemos hacerlo y es necesario asumir las responsabilidades que nos competen”, explicó Cader.